DICCIONAR nace de la voluntad y de un gesto poético, de prolongar la vida de una vieja enciclopedia, herencia y tesoro familiar, conformada por doce pesados tomos. Para lograrlo, fue necesario un cambio de categoría: de Diccionario Enciclopédico Universal, a obra de arte colectiva. También se desplegaron variadas operaciones, además de su abrupto desalojo de la biblioteca. La primera fue el desmembramiento: cada tomo fue entregado a un artista para ser sometido a los designios formales, materiales y estéticos que le esperaban. La segunda (y más dolorosa sin dudas), la intervención, perpetrada por cada artista a cada tomo. La tercera, la reubicación, el cambio de hábitat: el taller. Y la final, el reencuentro en un espacio común, ya no doméstico ni familiar, sino público y de alto riesgo: el espacio museístico. Siendo la intervención la operatoria que vertebra el conjunto, y el libro de artista la nueva categoría asumida, DICCIONAR propone re-pensar e interpelar los modos de conocimiento con los que muchas generaciones han sido educadas: el saber enciclopédico tradicional. Cada obra dice algo particular al respecto, que se articula y potencia cerca de las demás, generando múltiples recorridos y lecturas, materializados en una amplia diversidad de técnicas, lenguajes y poéticas.

DICCIONAR, verbo inventado desde la irreverencia amorosa de sus miembros, da nombre e imagen a esta obra colectiva.

DICCIONAR, totalidad múltiple y compleja que provoca, juega y siempre nos acerca.