Artes Visuales / Volver

El día que no quise actuar

de Estefanía Arias ,Natalia Lavigna y Estefanía Nakielski

Info

Si pensáramos el tiempo, percibiríamos una serie de fuerzas y sólo podremos conocerlas “en tiempos del futuro”.

La naturaleza de las imágenes rescatadas de la experiencia en sus infinitas pieles nos arrima una promesa incierta, y no hay dermis posible sin esa pulsión del tiempo. No. En este imaginario lo ocurrido nos danzará en el suelo.  

En <<El día que no quise actuar>> la idea del tiempo se profana y sirve para dar culto de lo que no es verdadero (fantasía de lo posible) y nos sorprende con la revitalización de instantes centelleantes que evocan al pasado, claves para intuir el diálogo entre dichas imágenes. 

La comunión entre los lenguajes es el desafío del cuerpo. La proliferación de ese organismo, alimento de la experiencia del estallido erótico, la explosión de eros (y de thánatos); del recuerdo (socavado hasta llegar a la infancia) contaminado por la mirada del presente intimidando la existencia. 

Abordar las texturas como cascajos de un derrumbe, en donde cada agrupamiento de sentidos oculta por debajo almas y contemplaciones, sonidos, gimoteos, ruptura y nacimiento, pérdida, cortejo, identidad secreta, latencia. Derrumbe como apertura, como comienzo, como fractura de la memoria.

Cada una, bajo sus rastros personales, entretejen hilos de un desmontaje discursivo que pliega y despliega abordajes femmes en el trance de olvidar y rememorar.

Arévalo nos recibe atrapando zanates de su infancia, que queriendo escaparse, se convierten -pintura mediante- en figuras fugaces, transparentes, impresiones flotantes que nos hablan de una fusión. De una mano-ave, que se vuelve pico, garra, ala, pluma.

En un mundo biomórfico ingrávido y translúcido, Rubinstein descubre plantas flotantes que en su rechazo y atracción hacia el mundo que las envuelve, movidas por una intuición sobre lo definitivamente indefinido, se agrupan en una identidad flexible.

La escena se vuelve general e imprecisa, en el caso de Tarraf, como un estado, un humor que va mutando. Antes de disolverse en la neutralidad y sapiencia de los grises, las figuras hacen surcos, desorientadas y díscolas, sobre un terreno de cenizas, trazando símbolos enigmáticos.

En el paisaje interno, fuerzas anónimas se manifiestan como manos gigantes que nos arrojan a un mundo social y nos introducen un universo que opera sobre la imaginación individual, sustituyéndola por otra. Duplicando palomas de la libertad, Vega retrata espejismos y dicotomías.

Con Yovine, las escenas familiares y cotidianas de una ciudad habitada por seres que se mueven en penumbras sociales, se condensan en atmósferas espesas. La tensión entre los faroles encendidos y la opacidad de los tonos oscuros se presenta como esperanza, por incipiente dialéctica, por perspectiva lúdica.

La mirada se repliega en el universo de Cantisani, frondoso y frío, donde los ojos resbalan por pinceladas como toboganes, descendiendo a través de lianas y cabellos azulados hacia paisajes inexplorados que invitan a la contemplación con y sin ojos

Horario

Inauguración: Jueves 7 de octubre > 19hs
Horario: Jueves a domingos de 15 a 21hs.
📍Sala Vertical (Ingreso por Sarmiento 1551)

Valor

Entrada gratuita

“Venta normal”:

En venta en el centro cultural
(ingreso por pirámide)
todos los días de 11 a 21h
011 4374-0897

Venta online
www.tuentrada.com

“En caso de ser gratuita”:

Entrada gratuita

Se retira en “informes” desde dos horas antes. Capacidad limitada.

 

“En caso de inscripción”:

Entrada gratuita con inscripción en: link

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