Como miles de neoyorkinos, Richard Sherman (Tom Ewell) se ha quedado trabajando en agosto, mientras su mujer e hijos disfrutan de unas gratas vacaciones en la playa. Siguiendo las recomendaciones de su esposa, está dispuesto a dejar de fumar, de beber, a acostarse pronto y, sobre todo, a no tener una amante. Pero la tentación aparece cuando conoce a una despampanante vecina (Marilyn Monroe), tan sexy como ingenua.