El espíritu trascendental es inherente a nuestra propia existencia. La historia de la humanidad está plagada de relatos y realidades que nos remiten a la búsqueda de la inmortalidad, a la permanecía en la memoria a través de los tiempos, a proyectarnos en las generaciones futuras. Esa búsqueda fantástica del Santo Grial, esa obra faraónica como las pirámides y los grandes mausoleos, son expresiones de esa necesidad de trascender nuestra propia existencia. ¿Será que la biotecnología nos permitirá alcanzar la inmortalidad? ¿Cuán cerca estamos de descubrir la instrucción en nuestro ADN que nos permitirá ralentizar el reloj biológico? ¿Podrán ser la inteligencia artificial y la revolución genética garantes de la supervivencia de nuestra propia especie?

Las instalaciones Surplus 1 y Surplus 2 nos permiten inferir en el futuro. ¿Podremos viajar hacia él y encontrarnos en un escenario distante con toda la aventura e incertidumbre que ello representa? ¿Podrá Robotika, la niñera robot, darle continuidad a la especie humana? ¿Estamos dispuestos a delegar nuestro futuro en una Inteligencia Artificial?